Ahora que los emepetreses rulan el güorl, la verdad es que es una costumbre que desaparecerá, supongo... Pero antes, cuando la única manera de grabar la música que te gustaba eran los cassettes, quien más y quién menos montó una cinta para alguien especial. ¿Qué mejor manera de demostrar tu afecto que compartiendo aquello que te hace sentir bien?
Hace un millón de años o más, durante unas vacaciones, recuerdo que yo grabé una cinta parecida, pero en vez de música grabé mi propia voz... Los que me conocen saben que tiendo a enrollarme, así que supongo que no les sorprenderá lo más mínimo averiguar que lo hice después de escribir durante horas una carta enciclopédica... Cuando las vacaciones veraniegas duraban varios meses y tu pareja desaparecía en algún pueblecito de la costa con su familia, la única vía de comunicación que quedaba era el correo (no electrónico, el postal, el de toda la vida, vamos...) Con un "lag" de unos 15 días, estaba muy lejos de messengers, twitters y demás formas de mensajería instantánea. El móvil no existía, y no solía ser posible hablar por teléfono porque en los apartamentos de verano no había línea instalada; además, tampoco era un método muy bueno, porque el teléfono solía estar en el comedor, y la familía estaba allí, alrededor, haciendo como que miraba la tele cuando en realidad no perdía detalle de la conversación con tu novia...
Pero no me estoy desviando del tema...
Con la llegada del CD se facilitó el acceso a la música, y se facilitó la tarea de grabar recopilaciones, por lo que - supongo - se perdió parte del romanticismo.
A través de del.icio.us he llegado a cassettefrommyex, un sitio dedicado, precisamente a recoger las historias que inspiraron esos cassettes que regalamos y nos regalaron nuestr@s ex.
Mucho tiempo después envié una cinta parecida a una amiga de centroeuropa... Y ya en plena época iPod, pensaba cómo hacer llegar una recopilación a un amigo que estaba en los yuesái (pero el CD no resiste tan bien los golpes como una cinta de cassette, y el correo no permite un envío tan gordo...)
La música consigue decir las cosas que nosotros, a veces, no sabemos expresar con palabras. O que no nos atrevemos a decir.
I miss you, like the desert miss the rain, en voz de Tracey Thorn, mola; si yo se lo dijera a alguien, aunque le ponga mucho cariñu, sonaría a reivindicación ecologista (especialmente en estos días de decret de sequera...)
Quizás ya no tengamos el cassette para mandar esos mensajes, pero seguimos sintiendo lo mismo cuando escuchamos esos emepetreses (y ahora tenemos internet para colgar vídeos o canciones!!)
P.S. Y también para todo lo demás: Definición de Cassette, Colecciones de cassettes, etc...
Hace un millón de años o más, durante unas vacaciones, recuerdo que yo grabé una cinta parecida, pero en vez de música grabé mi propia voz... Los que me conocen saben que tiendo a enrollarme, así que supongo que no les sorprenderá lo más mínimo averiguar que lo hice después de escribir durante horas una carta enciclopédica... Cuando las vacaciones veraniegas duraban varios meses y tu pareja desaparecía en algún pueblecito de la costa con su familia, la única vía de comunicación que quedaba era el correo (no electrónico, el postal, el de toda la vida, vamos...) Con un "lag" de unos 15 días, estaba muy lejos de messengers, twitters y demás formas de mensajería instantánea. El móvil no existía, y no solía ser posible hablar por teléfono porque en los apartamentos de verano no había línea instalada; además, tampoco era un método muy bueno, porque el teléfono solía estar en el comedor, y la familía estaba allí, alrededor, haciendo como que miraba la tele cuando en realidad no perdía detalle de la conversación con tu novia...
Pero no me estoy desviando del tema...
Con la llegada del CD se facilitó el acceso a la música, y se facilitó la tarea de grabar recopilaciones, por lo que - supongo - se perdió parte del romanticismo.
A través de del.icio.us he llegado a cassettefrommyex, un sitio dedicado, precisamente a recoger las historias que inspiraron esos cassettes que regalamos y nos regalaron nuestr@s ex.
Mucho tiempo después envié una cinta parecida a una amiga de centroeuropa... Y ya en plena época iPod, pensaba cómo hacer llegar una recopilación a un amigo que estaba en los yuesái (pero el CD no resiste tan bien los golpes como una cinta de cassette, y el correo no permite un envío tan gordo...)
La música consigue decir las cosas que nosotros, a veces, no sabemos expresar con palabras. O que no nos atrevemos a decir.
I miss you, like the desert miss the rain, en voz de Tracey Thorn, mola; si yo se lo dijera a alguien, aunque le ponga mucho cariñu, sonaría a reivindicación ecologista (especialmente en estos días de decret de sequera...)

P.S. Y también para todo lo demás: Definición de Cassette, Colecciones de cassettes, etc...
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